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Venden versiones porno de filmes de Hollywood

Venden versiones porno de filmes de Hollywood +Gastan millones de dólares en la producción de remakes

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Existe una subindustria del porno que está tomando nombres e historias de clásicos taquilleros de Hollywood: hacen remakes o versiones pornográficas basadas en las exitosas producciones o los clásicos del cine hollywoodense.

El dependiente de una tienda de productos porno explica que existe "una línea especial que se llama ‘Gold’, que es la que se dedica a hacer las parodias de Hollywood, como la de Cleopatra, Rescatando al soldado Ryan, Gladiador, Piratas del Caribe, El agente 007; también han sacado la versión pornográfica de The Matrix”. En esta última, precisa el subgerente de la sex shop, Víctor Maldonado, se aprecian “todos los efectos” de la película original, “cuando la muchacha se gira hacia atrás, cámara lenta, cuadro por cuadro, ese mismo tipo de efectos".

Al respecto, la actriz Laura Harring considera que “si esa industria está entreteniendo a la gente, que bien; a mí se me hace que lo importante es ser creativos en la vida, el arte ayuda al alma de la gente, y eso es lo que a mí me interesa, yo no juzgo a los demás, y no sé si esto es ofensivo”.

El actor Tom Jane se mostró muy interesado en el tema, y dijo ignorar la existencia de esta subindustria.

Los títulos son muchos, transformados y sugerentes; retoman parte de las historias. Hasta el momento la comercialización de estos productos es fuerte y redituable.

Víctor Maldonado, subgerente de una tienda porno, refiere que en la realización de estas versiones, “Europa está al día, y cada tres meses o cada mes tienen título nuevo (…). (En cambio), la industria americana (estadounidense) no está muy apegada”.

Aquellos tiempos de los videohomes quedaron atrás. Hoy, esta industria invierte millones de dólares en producción, en lo que se refiere a “vestuario, fotografía, simplemente las actrices, no son económicas”, comenta Víctor Maldonado.

Además, “utilizan vestuarios originales; para Cleopatra se fueron hasta Egipto a hacerla, y los fondos todos son naturales”, puntualiza Israel, dependiente de una sex shop.

Víctor Maldonado agrega que realizan la cinta “como si fuera una película hollywoodense de talla internacional, invierten bastante dinero porque saben que lo que invierten lo ganan en por lo menos tres meses; en ese tiempo recuperan la inversión con ganancias y todo eso”.

Pero, si están colgándose de un prestigio, de un éxito taquillero, de un gancho publicitario, ¿no es esto un tipo de piratería o de lucro? Para Víctor no es piratería, “lucramiento (sic) sí, porque ya tienes una idea de lo que va a tratar la película”.

Hay quienes saben del tema, como Quentin Tarantino. Su exitosa película Pulp Fiction, cuyo título fue transformado en español al de Tiempos violentos, ya tiene una versión porno.

Tarantino opina que “desafortunadamente el problema con estas películas es que casi ninguna se apega a la historia; muy a menudo sólo utilizan sólo el título de las películas de Hollywood”.

Afirma que no le ofende que hagan este tipo de remakes. "Incluso me gustan", confesó. "Vi Pulp Fiction, y es chistoso porque primero parecía que no tenía nada que ver con lo que es mi película, sino que era sólo una cinta de sexo, pero por ahí, justo a la mitad (del filme) tienen una secuencia de diálogos con los personajes hablándose uno a otro e intentando hacer mis diálogos", los de la cinta original.

Aunque estas cintas fueron filmadas en formato de cine, pasan directamente al video vhs o dvd. La justificación de que existan estos productos no es ninguna más que la de perseguir un fin económico y comercial; se ahorran publicidad y promoción, ya que retoman títulos, tramas o referencias de cintas de Hollywood harto popularizadas. Sin juzgar gustos o preferencias, esta subindustria es una realidad: existe, y todo apunta a que va en franco crecimiento.

Nota Realizada Por Rafael Sarmiento Para El Noticiario Hechos